Cascada de Santiuste en Pr?jano La Rioja




CASCADA DE SAMTIUSTE EN PR?JANO LA RIOJA

Pr?jano es una localidad y municipio de la Rioja Baja. Se encuentra en la margen izquierda del r?o Ruesca, afluente del Cidacos. Fue un antiguo pueblo minero, hoy en d?a sus habitantes se mantienen de la agricultura y la industria de la cercana ciudad de Arnedo. C?mo lugares de inter?s cabe destacar el Castillo de Pr?jano del siglo XV, es una torre fuerte pentagonal reforzada por muros en talud. A 3km de Pr?jano encotnramos la bonita cascada de Santuste, situada cerca de un yacimiento en el que se encontraron 300 huesos de un Prejanopterus. El agua de la cascada proviene del R?o Ruesca. La v?a verde de Pr?jano, es un ramal de la v?a verde del Cidacos, que aprovecha el trayecto utilizado por el ferrocarril para transportar el carb?n.



Encima de la cascada podemos encontrar el R?o Ruesca con m?s que interesantes ejemplos de r?pidos, que suceden cuando un curso de agua atraviesa un macizo rocoso  formado por niveles o estratos de distinta competencia  (facilidad o dificultad para erosionarse) dando lugar a la producci?n de escalones en el cauce favoreciendo la formaci?n de torbellinos o remolinos en la circulaci?n del agua, que motivan la aparici?n de Pilancones o marmitas de gigante que se originan por la erosi?n que se produce por rotaci?n del agua en sentido de las agujas del reloj y dan lugar a concavidades circulares.



Finalmente nos encontramos con la cascada producida por un cambio brusco en la competencia de los estratos hace que el r?o erosione con facilidad los materiales blandos pero no los duros, en donde se produce una rotura fuerte dependiente con la formaci?n de una cascada. La cascada ejerce una acci?n erosiva remontante, desplazando su situaci?n en el tiempo hacia agua arriba del cauce. La cascada de Santuste se ha instalado en el frente de las calizas m?s competentes con respecto a las arenas inferiores, menos competentes.



Se conoce c?mo Karst al sistema morfoclim?tico producido en rocas carbonatadas (calizas) que da lugar por disoluci?n de las rocas a una serie de formas y estructuras internas y externas caracter?sticas. Es decir un karst se produce por disoluci?n indirecta del carbonato c?lcico de las rocas calizas debido a la acci?n de aguas ligeramente ?cidas. El agua se acidifica cuando se enriquece en di?xido de carbono, por ejemplo cuando atraviesa un suelo, y reacciona con el carbonato, formando bicarbonato, que es soluble.



Hay otro tipo de rocas, las evaporitas, como por ejemplo el yeso, que se disuelven sin necesidad de aguas ?cidas. Las aguas superficiales y subterr?neas van disolviendo la roca y creando galer?as y cuevas que, por hundimiento parcial, forman dolinas y, por hundimiento total, forman ca?ones. La circulaci?n del agua en el karst se produce mayoritariamente de forma subterr?nea a trav?s de un complicado circuito de simas, galer?as y cavernas, producidas por disoluci?n, quedando la escorrent?a superficial relegada a determinadas ?pocas del a?o, cuando del nivel fre?tico asciende.



La surgencia es una salida a superficie de la circulaci?n interna de agua dentro del macizo rocoso. Las distintas surgencias alimentan la circulaci?n superficial (r?os y arroyos) pero al estar situadas a distintas alturas, funcionan seg?n la evoluci?n del a?o. Consiste en el ascenso de masas profundas de agua, desde la zona abisal hacia la superficie en las zonas de la plataforma. A este fen?meno tambi?n se le llama afloramiento o emersi?n y las aguas superficiales presentan una temperatura acorde con la profundidad de donde proceden y que contrasta enormemente con la temperatura atmosf?rica en esas latitudes.



YACIMIENTOS DE ICNITAS EN EL VALLE DEL CIDACOS

Durante el periodo Cret?cico inferior este lugar form? parte de una llanura encharcada que se desecaba peri?dicamente, dejando atr?s zonas fangosas en las que las huellas de dinosaurio quedaban marcadas a su paso. Con el tiempo ?stas se secaban y cubr?an con nuevos sedimentos cuyo peso prensaba las capas inferiores, haci?ndolas solidificar en rocas con el paso de millones de a?os. La erosi?n ha ido desgastando las capas superiores haciendo visibles muchas de estas formaciones rocosas, permitiendo observar las icnitas. En este municipio se encuentran varios yacimientos.



"Valdet?": est? situado a 380 m de los corrales de Fente Rinilla y a 21 km de Pr?jano, en el barranco del Soto. Es de dif?cil acceso. Hay un rastro de 11 huellas de un dinosaurio herb?voro caminando a dos patas. Son grandes, con marcas de tres anchos dedos con terminaci?n redondeada, siendo el central muy grande y el tal?n sobresale ligeramente. Destaca la diferente longitud de los pasos izquierdo-derecho, m?s cortos que los contrarios lo que indica una ligera cojera. "



"Fuenteamarga": en este yacimiento se encontraron m?s de 300 huesos de un reptil volador desconocido (Pterosaurio). De su estudio se determin? que es una nueva especie que se ha denominado Paletopterus curvirrostra en honor al municipio. "La magdalena": contiene 7 grandes huellas de Iguanodon bernissartensis. "Valdemurillo": a 3 km del pueblo, contiene un rastro de ter?podo y de un saur?podo de Parabrontopodus.



Resulta complicado imaginar que el paisaje de los valles del Leza, Jubera y Cidacos en un pasado remoto se asemejase bastante al de las marismas de Do?ana en la actualidad. Pero eso es as? seg?n el equipo de investigaci?n del Departamento de Estratigraf?a de la Facultad de Ciencias Geol?gicas de la Universidad Complutense de Madrid, que lleva 30 a?os estudiando la geolog?a de la sierra de Cameros. Sus conclusiones sobre el origen de las rocas sedimentarias de esta zona han protagonizado la portada de la revista norteamericana 'Journal of Sedimentary Research' (en espa?ol 'Revista de Investigaci?n Sedimentaria'), una de las publicaciones con m?s prestigio internacional en el ?mbito de la sedimentolog?a. Este estudio y tesis doctoral sobresale por ofrecer una interpretaci?n novedosa sobre la conformaci?n de las unidades rocosas de esta sierra (unidad conocida entre los ge?logos como 'Formaci?n Leza').



La 'Formaci?n Leza' se extender?a entre los alrededores de la poblaci?n de Luezas y el sureste de la localidad de Pr?jano. Hay  muchos aspectos diferentes de lo que los ge?logos denominan 'Cuenca de Cameros', que abarca no s?lo el territorio de las sierras de Cameros sino tambi?n ?reas adyacentes de La Rioja y las provincias de Soria y Burgos, ya que a lo largo del Cret?cico Inferior en esta zona se sucedieron numerosos cambios, lo que dio lugar a que hoy en d?a se puedan observar en ella una gran diversidad de rocas sedimentarias.



Este entorno destaca adem?s por la abundant?sima presencia de icnitas o huellas f?siles de dinosaurios. As?, este territorio constituye un desaf?o para los sediment?logos, centrados en reconstruir los paisajes de hace millones de a?os a partir de la interpretaci?n del medio en el que se depositaron los sedimentos que dieron lugar a las rocas.



Todo apunta a que las unidades rocosas de la 'Formaci?n Leza', constituidas hace unos 120 millones de a?os, se depositaron en un sistema de humedales costeros, trat?ndose de extensiones llanas, situadas en zonas de transici?n entre la tierra y el mar e inundadas durante gran parte del a?o, ya sea por agua dulce continental, por agua salada marina o por una mezcla. De ah? su gran relevancia biol?gica, econ?mica y cultural.



En la actualidad, uno de sus ejemplos m?s conocidos en Espa?a son las marismas de Do?ana. La interpretaci?n sedimentol?gica de esta sierra durante el Cret?cico siempre ha resultado controvertida. Algunos ge?logos propusieron que estas rocas se sedimentaron en lagos de agua dulce, pero otros describieron la presencia de f?siles marinos en ellas.



Pero las evidencias de influencia marina en la sedimentaci?n son mucho m?s abundantes de lo que se consideraba previamente, y no s?lo espor?dicas. Parece que a los dinosaurios les gustaba m?s la orilla del mar de lo que sospechamos y que el paisaje de algunos valles de La Rioja durante el Cret?cico deb?a de ser bastante parecido al de las marismas de Do?ana actuales, pero con pterosaurios en vez de flamencos. Hasta ahora, los sedimentol?gos han tenido clasificaciones separadas para las formaciones propias de medios continentales y marinos.



El t?rmino 'humedales costeros' ha sido poco utilizado para caracterizar los paisajes registrados en unidades geol?gicas antiguas. Por esta raz?n, este trabajo sirve para plantear un modelo general que explique la sedimentaci?n en este tipo de sistemas. Esto facilitar? la interpretaci?n sedimentol?gica de rocas depositadas en sistemas similares en cualquier otra parte del mundo.










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